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Loro Parque Fundación es reconocida por su inquebrantable compromiso con la conservación de la vida silvestre, pero sus esfuerzos van mucho más allá de la protección de las especies: también trabaja activamente con las comunidades locales para crear soluciones sostenibles que beneficien tanto a las personas como al medio ambiente. Al fomentar sólidas alianzas con quienes viven más cerca de las especies en peligro, la fundación asegura que los esfuerzos de conservación tengan un impacto duradero. 

En este artículo, exploraremos cinco ejemplos destacados de cómo Loro Parque Fundación colabora con comunidades locales en todo el mundo, demostrando el poder del trabajo en equipo para preservar la biodiversidad y crear un futuro mejor para todos. 

1. Reintroducción de guacamayos verdes mayores de Guayaquil en Ecuador Occidental. 

La especie Ara ambiguus, conocida como guacamayo verde mayor, está catalogada como en Peligro Crítico (UICN) debido a la rápida y continua disminución de su población, estimada en un 80-99% en tres generaciones. Distribuida desde Honduras hasta el noroeste de Colombia y en el oeste de Ecuador (donde es endémica), enfrenta amenazas como la destrucción del hábitat y la captura para el comercio ilegal. Habita principalmente en zonas por debajo de los 600 m, aunque ocasionalmente alcanza mayores altitudes. 

Desde 1997, Loro Parque Fundación ha liderado cinco proyectos de conservación enfocados en proteger a esta especie. Actualmente, colabora con el proyecto de reintroducción en la Reserva de Ayampe, Ecuador, donde se han reintroducido guacamayos en el Bosque de Protección Las Balsas. Estas aves llevan collares satelitales para monitorear su adaptación, ecología, y comportamiento. Gracias a estos esfuerzos y a campañas de educación ambiental con las comunidades de la zona, en 2021 se lograron 149 registros de guacamayos en diez puntos de monitoreo. Además, en 2020 se identificaron cuatro nidos activos en el bosque protegido.

2. Protección del guacamayo barba azul en Bolivia, un proyecto que comenzó en 1995.

El guacamayo barbazul (Ara glaucogularis), endémico de Bolivia, habita en los Llanos de Moxos, una vasta llanura aluvial de pastizales. Su hábitat se limita a bosques de palmeras y galerías forestales, donde se alimenta principalmente de frutos de la palmera Motacú y anida en huecos de árboles durante la estación lluviosa. Considerado en Peligro Crítico por la UICN, enfrenta amenazas como la falta de sitios de anidación, la competencia con otras especies y el impacto humano en su entorno. 

La explotación para el comercio ha disminuido significativamente gracias, entre otros motivos, a los esfuerzos de Loro Parque Fundación, que desde 1995 ha liderado programas de conservación, invirtiendo más de 2 millones de dólares. Han nacido más de 400 ejemplares bajo cuidado humano en sus instalaciones, lo que ha reducido la presión sobre las poblaciones salvajes y servido como red de seguridad para la especie. Además, participa en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) para asegurar su manejo ex-situ. 

Los esfuerzos incluyen la instalación de nidos artificiales, protección del hábitat, y campañas educativas. Uno de los logros más destacados ha sido la sustitución de plumas reales por materiales artificiales en los tocados tradicionales de la festividad de la Danza de los Macheteros, evitando la muerte de miles de guacamayos y promoviendo conciencia ambiental en las comunidades locales. Estos esfuerzos han estabilizado la población en la naturaleza, estimada en alrededor de 300 ejemplares, con perspectivas de recuperación a largo plazo. 

3. Conservación del loro orejiamarillo en Colombia, una de las especies que la fundación ha ayudado a salvar de la extinción. 

El loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), anteriormente clasificado como en Peligro Crítico, ha visto mejorar su estado a Vulnerable (UICN) gracias a los esfuerzos de conservación apoyados por Loro Parque Fundación desde 1998. Este loro, nativo de Colombia y Ecuador, ha sufrido un declive poblacional debido a la pérdida de hábitat y la caza.

Entre Las principales amenazas destacan la tala de palmas de cera, esenciales para la anidación, durante festividades religiosas y para la construcción de cercas, así como la caza para alimento en Ecuador. 

Para proteger la especie, Loro Parque Fundación, en colaboración con otras organizaciones, adquirió una área forestal en Cotopaxi, Ecuador, para salvaguardar el hábitat del loro. Los esfuerzos de conservación incluyen el monitoreo visual, la instalación de dispositivos bioacústicos para registrar sus llamadas y la plantación de 1.050 palmas de cera para restaurar áreas degradadas. Además, se construyó un centro comunitario y de educación ambiental en La Chala para realizar talleres y fomentar la participación local en el proyecto. Estos esfuerzos han contribuido significativamente a estabilizar la población de esta especie vulnerable. 

4. Preservación del guacamayo de Lear en Brasil, otra especie rescatada gracias a los esfuerzos de la fundación. 

El guacamayo de Lear, endémico del noreste de Bahía en Brasil, habita en la Caatinga, un bioma exclusivo de este país, donde anida en acantilados de arenisca y se alimenta de las nueces de la palmera licurí. En 1978 se descubrió su población silvestre, y en 1990 se estimaron solo 60 individuos, catalogándose entonces por la UICN como “En peligro crítico”.

Las principales amenazas son la pérdida de hábitat, la caza y el tráfico ilegal. La disminución de recursos alimenticios, como el licurí, sigue limitando su recuperación debido a la destrucción de su entorno por quemas para agricultura y ganadería. Loro Parque Fundación ha implementado programas clave, como recompensas a agricultores por daños en cultivos de maíz, evaluando y compensando las pérdidas. 

Un logro significativo ha sido el envío de 12 guacamayos de Lear criados en Tenerife para su liberación en Brasil. Desde 2006, Loro Parque Fundación ha criado unos 50 guacamayos, contribuyendo significativamente a su conservación global. En 2022, nació el primer pichón en libertad de una pareja reintroducida en 2019, y otros 3 pichones nacieron en 2023, marcando un hito para la conservación de esta especie y los programas de reproducción ex situ 

Gracias a los esfuerzos de conservación, apoyados en gran parte por Loro Parque Fundación, la población se estimaba en 1.694 aves en 2018, aunque un porcentaje importante eran ejemplares inmaduros. Actualmente, el estado de conservación de la especie ha mejorado a “En Peligro (UICN) 

5. Protección de la cacatúa de Filipinas, trabajando con comunidades locales para salvar esta especie.

La cacatúa de Filipinas (Cacatua haematuropygia), clasificada como En Peligro Crítico por la UICN, cuenta con una población silvestre estimada entre 430-750 individuos. Antes ampliamente distribuida por todo el archipiélago filipino, la especie ahora está restringida a bosques y manglares, principalmente en Palawan y los islotes cercanos. La pérdida de hábitat debido a la deforestación y la captura con fines comerciales han llevado a esta ave al borde de la extinción. 

Desde 1999, la Loro Parque Fundación ha apoyado a la Fundación Katala en la implementación de acciones de conservación destinadas a recuperar la población de esta especie y reducir su nivel de amenaza. Los esfuerzos clave incluyen la protección de nidos, la creación de guarderías para garantizar la reproducción exitosa y programas comunitarios de educación ambiental. Estas iniciativas han reducido significativamente el saqueo de nidos y han llevado al establecimiento de áreas protegidas, como el Santuario de Vida Silvestre de la isla de Rasa, donde antiguos cazadores ahora trabajan como guardianes para proteger los nidos de los cazadores furtivos. 

La colaboración con las comunidades locales también se ha centrado en la restauración del hábitat mediante proyectos de reforestación y el desarrollo de alternativas sostenibles de subsistencia que beneficien tanto a las personas como a la naturaleza. Estos esfuerzos han sido fundamentales para proteger a la cacatúa de Filipinas y fomentar la coexistencia entre la conservación y los medios de vida locales. 

Descubre el gran compromiso de Loro Parque Fundación 

Estos proyectos destacan el compromiso inquebrantable de Loro Parque Fundación con la protección de especies en peligro de extinción y sus ecosistemas. Al trabajar directamente en los hábitats de la fauna amenazada y fomentar la colaboración con comunidades y organizaciones locales, la fundación asegura que sus esfuerzos de conservación generen un impacto positivo y duradero. 

 A través de soluciones innovadoras, educación y prácticas sostenibles, Loro Parque Fundación continúa liderando la preservación de la biodiversidad y garantizando un futuro más prometedor tanto para la vida silvestre como para las personas que comparten su entorno. Estas iniciativas no solo protegen a las especies en peligro, sino que también inspiran acciones globales hacia la protección del valioso patrimonio natural de nuestro planeta.