La población de esta especie, del suroeste de Australia, está disminuyendo por la pérdida de bosques de eucaliptos, la competencia con abejas silvestres y la caza ilegal.
Loro Parque y Loro Parque Fundación han alcanzado un nuevo hito mundial en conservación, con la primera cría en Europa de la cacatúa colirroja del suroeste de Australia, conocida localmente como Karrak. Una especie clasificada en declive y cuya población silvestre se ha visto drásticamente reducida por la pérdida de hábitat y otras amenazas.
El nacimiento se produjo después de años de trabajo especializado por parte de los equipos de biólogos y cuidadores del parque, que han dedicado un esfuerzo excepcional para garantizar el bienestar y la reproducción de una especie extremadamente delicada.
“Estamos muy contentos porque, tras años de intentos, hemos conseguido criar por primera vez esta rara ave en Loro Parque. Durante un tiempo la situación fue delicada, ya que el polluelo tenía dificultades para salir del cascarón, pero con un poco de ayuda de nuestros cuidadores altamente cualificados logró nacer con éxito y ahora está recibiendo los mejores cuidados”, señaló Marcia Weinzettl, bióloga y conservadora de aves de Loro Parque Fundación.
La especie, originaria del extremo suroeste de Australia Occidental, depende de los bosques maduros de eucaliptos para anidar. Sin embargo, la pérdida de estos árboles, la competencia con abejas silvestres y la caza ilegal han reducido significativamente sus poblaciones.
El director zoológico de Loro Parque, Mike Jordan, destacó la importancia de este logro “el nacimiento de esta cría supone un paso importante en la conservación de la especie. Loro Parque no solo cuida de la especie aquí en el parque, sino que también trabaja en el mismo hábitat en Australia Occidental para conservar la cacatúa negra de Carnaby, en peligro de extinción, que comparte hábitat y depende de los mismos bosques de eucaliptos para su supervivencia”.
El director científico, Rafael Zamora, subrayó el valor científico y estratégico del nacimiento “este logro no solo representa una reproducción exitosa, sino la confirmación de que nuestras metodologías de manejo, enriquecimiento ambiental y seguimiento biológico son capaces de responder incluso a las necesidades de las especies más complejas. La cacatúa colirroja es extremadamente sensible a los cambios y requiere condiciones muy específicas para reproducirse. Haberlo conseguido por primera vez en Europa marca un antes y un después para los programas ex situ de esta especie».
“Nuestro objetivo no es únicamente mantener poblaciones estables bajo cuidado humano, sino generar conocimientos aplicables a la conservación en su hábitat natural. Cada dato que obtenemos, desde el comportamiento reproductivo hasta la incubación y crianza, se comparte con instituciones australianas para reforzar los esfuerzos globales de recuperación de la especie”, añadió Zamora.
Este nacimiento demuestra, una vez más, la importancia de los centros de conservación bien gestionados. La ciencia aplicada y el compromiso a largo plazo pueden cambiar el destino de especies que hoy están al borde del colapso.
