Ognorhynchus icterotis, Loro orejiamarillo

Loro orejiamarillo
Protegiendo la reserva del Loro orejiamarillo en la provincia de Cotopaxi, Ecuador

Desde 1998 Loro Parque Fundación ha apoyado los esfuerzos de conservación de esta especie tanto en Colombia como en Ecuador, estos esfuerzos han logrado que esta especie haya pasado de considerarse Críticamente Amenazada a Vulnerable (UICN).

Según la UICN el loro orejiamarillo está clasificado como Vulnerable porque la población conocida de individuos maduros es muy pequeña. Ognorhynchus icterotis habitaba anteriormente en las tres cordilleras andinas de Colombia, desde el norte de Santander y Antioquia hasta Nariño y en el noroeste de Ecuador, al sur hasta Cotopaxi.
Los principales impulsores del declive histórico de la especie son la pérdida de hábitat y la caza. En particular, la pérdida de hábitat provocó la falta de disponibilidad de sitios para anidar, ya que cada año se cortaban una inmensa cantidad de palmas vivas para las procesiones del Domingo de Ramos (celebración de carácter religioso católico) al mismo tiempo que se talaban palmas de cera muertas para usarlas como postes duraderos para cercas. Las palmas de cera son muy longevas y de crecimiento lento, los individuos maduros tienen más de 500 años. Otra amenaza es la caza, ya que la especie es fácilmente accesible, en Ecuador, la caza como alimento fue prolífica.

En Ecuador, Loro Parque Fundación junto con dos instituciones más (Zoological Society for Conservation of Species and Populations y Fonds für Bedrohten Papagaien) adquirieron una pequeña porción de bosque para conservar la especie P. icteroris.

Como parte de los esfuerzos de conservación además de los monitoreos visuales, se han instalado cuatro dispositivos bioacústicos que registran los paisajes sonoros en el bosque para registrar las llamadas del loro orejiamarillo. También se han restaurado áreas degradadas y plantando 1050 palmas Ceroxylon sp. para aumentar la cantidad de hábitat adecuado para el loro orejiamarillo. Como todo esfuerzo por la conservación de las especies debe ir acompañado de una socialización de la comunidad local con los proyectos, se ha construido también un salón que será utilizado por la comunidad de La Chala y la Fundación Jocotoco para realizar reuniones y talleres de educación ambiental.